Maras

Maras, pandillas, tribus urbanas
Antes de abordar el complejo tema de las maras, quisiera aclarar que en realidad una mara no es una subcultura juvenil o una tribu urbana, aunque de todos modos decidí incluirla en el listado de las distintas expresiones juveniles más que nada para tomar contacto con el tema y para ser capaces de compararlas y contrastarlas con las otras. Tampoco es lo mismo que una pandilla. Veamos algunas definiciones de las mismas, facilitadas por Laura Etcharren, socióloga argentina dedicada al estudio de las maras en Latinoamérica:

Una pandilla es una agrupación de jóvenes que se inician, desde la temprana edad, en la vida en las calles aunque teniendo, muchos de ellos, un hogar. En la pandilla se conjugan individuos provenientes de la marginalidad con otros que tienen educación escolar y un pasar económico de medio a bajo. Bandas de chicos que se dedican al narcomenudeo, hurtos, robos y cuando ya se encuentran en la instancia de querer trascender a la agrupación, se inician en el crimen vinculándose con los altos grupos del Narcotráfico que encuentran en ellos aptitudes para ser formados.
La Mara es lo sofisticado. Es la estructura de poder conformada por hombres de edad más avanzada que copta menores para entrenarlos y hacer que, paulatinamente, penetren en el narcoterrorismo. Vinculadas a los ejércitos por haber participado en ellos o bien, por ser espías dentro de los mismos, los mareros manejan grandes sumas de dinero que les deja el tráfico de drogas. Especialmente, la cocaína y la heroína.
Utilizan armas de guerra y se movilizan por el dominio de las fronteras así como por el copamiento de los espacios aún vírgenes en materia de inseguridad o propicios, como Argentina, Uruguay y Chile.
Las Tribus Urbanas, por su parte, se presentan ante el mundo bajo el cliché del mundo cruel. Nuevos encendidos juveniles desencantados de la realidad cuyo mayor mérito es haber aprendido a subir una foto a Internet o sentarse a llorar en una plaza.





INTRODUCCIÓN
Las maras se formaron en los barrios marginales de Los Ángeles, Estados Unidos, en los años ‘80, donde se habían instalado inmigrantes de El Salvador, un país que llevaba ya varias décadas de conflictos políticos y estaba envuelto en una sangrienta guerra civil. Se las llama así por las hormigas marabuntas, que arrasan todo a su paso. Son estructuras militarizadas, transnacionales, que tienen miles de miembros.
La primera mara fue la Mara Salvatrucha. Salva, porque son de El Salvador, y trucha, porque ellos usan esa expresión para definir la valentía. Luego, esa mara se dividió en dos: la mara M-13 y la M-18, que se expandieron por América Central. Se formaron pandillas similares en Honduras, Guatemala y México.

1) ESTÉTICA, los tatuajes:
Suelen reconocerse a simple vista por sus abundantes tatuajes. En el caso de las maras y pandillas, ciertamente los signos externos han jugado un papel relevante. Los mareros los mencionan frecuentemente como aspectos diferenciadores entre maras y como reconocimiento de los miembros de otros grupos.
Asimismo, el tatuaje tiene funciones de identificación y de estatus dentro del grupo y
desempeña diferentes funciones, entre ellas, distingue el cargo o mando del pandillero, y depende de la tarea que haya realizado. Los relatos de los entrevistados sugieren que
los tatuajes deben ser ganados a través de actos que se realizan en beneficio de las pandillas.
Por eso, el rango se asigna según la cantidad y el significado de los tatuajes, y reconoce el mérito ante el riesgo y la valentía asumidos, siendo sinónimo de triunfo. La Mara Salvatrucha por ejemplo, utiliza como uno de sus símbolos el número «13» o las letras MS, dibujadas de distintas maneras. En la pandilla 18 se utiliza el mismo número que le da nombre. Otros tatuajes se refieren a las experiencias personales de cada individuo: la vida en la prisión (cárceles, las torres), las penas y alegrías vividas (cara feliz y cara triste, los payasos), la perdición (los dados), la muerte de seres queridos especialmente compañeros de pandilla (signos acólitos, lágrimas), la dificultad para abandonar la vida de marero (la telaraña), y lo que conlleva ser marero (tres puntos que representan la mara, la cárcel y la muerte).


2) MÚSICA:
El género musical con que se identifican actualmente las maras es por excelencia el reggaeton. Un forero dijo: “En si, el reggaeton es a las maras como el gangsta hip hop lo es a las pandillas”. Y de paso alguien agregó: “Y como la cumbia villera y apológica para las bandas de chorros de las villas de acá [Argentina]”. (http://www.psicofxp.com/forums/musica.41/291989-reggaeton-3.html)


Es Que te Amo - Latinos

3) LUGARES:
Los integrantes de las maras tienen un gran apego al barrio, lo que derivó de su contacto con los cholos (comunidades mexicanas). El barrio es el lugar seguro, donde están la familia y los amigos, y por tanto es un sitio casi sagrado cuyos límites deben protegerse de cualquier invasión o peligro, defenderse aun con la vida.

4) LENGUAJE:
Parte de su jerga es:
Batos: Se refiere a muchachos (miembros) que pertenecen a alguna pandilla.
Brincadera: Es una prueba de resistencia física y emocional ante el dolor, ya que cierto número de personas (tres o cuatro) brincan sobre la persona que desea ingresar y, además, lo agreden con patadas y golpes.
Calentamiento: Castigo colectivo que se hace ingresando a la persona en un círculo y golpeándola.
Chequeo: Ver calentamiento.
Clicas: Grupos primarios en los que se subdivide la mara o pandilla y que tiene control sobre un territorio a nivel local (barrio o colonia).
Destroller: Viene de la palabra en inglés destroyerque se refiere a destrucción, aniquilación.
Drive-by: Disparar de un carro en marcha a un pandillero o una persona no pandillera.
Gatillero: Dentro del grupo cumple la función de disparar. También hace referencia al gusto que tiene una persona por disparar algo con violencia.
Gangsta rap: El Gangsta Rap es el sub-género de la música rap en el que las letras dan más importancia a las historias de gángsteres y drogas sin un mensaje social constructivo. Es principalmente un subgénero temático, que se plasma en diferentes subestilos musicales
de la música hip hop.
Huele-pega: Persona adicta al pegamento industrial.
Homies: viene de home boys, hace referencia a las personas cercanas (amigos del barrio) con las que se ha crecido y en las cuales se confía.
Jami: Ver homies.
Jommie: Ver homies.
Jomboys: Ver homies.
Jenga: Reunión de tres o más clicas.
Ranflero: Tiene una jerarquía establecida. Administra el dinero, armas de la clica y convoca a los mirin.
Master Jomi: Cumple la posición de subjefe, en un grupo de homies.
Mirin: Viene del inglés meeting, se refiere a reuniones periódicas de toma de decisiones,
evaluación, planeamiento y regulación del comportamiento grupal e individual.
Narcomenudeo: Distribución y venta de drogas al detalle (en los barrios, a personas conocidas
o desconocidas).
Neles: Muletilla coloquial polisémica.
Ojales: Misiones o trabajos que tienen que llevar para ganar poder dentro del grupo.
Paro: Hace referencia a apoyarse, a hacerse favores.
Pega: Hace referencia al pegamento industrial utilizado como droga.
Pegadita: Ver calentamiento.
Piedra: Derivado de la cocaína.
Primera palabra: Tiene la función de dirigir y ser el vocero del mirin.
Segunda palabra: Dirige el mirín y es vocero de reuniones superiores.
Shootings: Viene de la palabra en inglés y se refiere a disparar, arrojar con violencia algo.
Soldados: Miembros rasos de las maras. Cumplen misiones o tareas asignadas por los líderes

5) IDEOLOGÍA
La filosofía de vida es la defensa de los suyos y muerte de los enemigos. Tienen una lealtad absoluta a su grupo, lo cual queda expresado en consignas como: “M a morir”, “Hasta Morir”, “MS a morir”; “La M18 siempre”, “La MS13 se respeta”, “La MS controla”; “La mara es mi familia”. No tienen temor a la muerte y para ellos morir por “la causa” es un honor.



Requisito de ingreso
Ser parte de una mara obliga al integrante a tener, por sobre todas las cosas, lealtad a su grupo. Para poder ingresar se necesita participar en ciertos ritos de iniciación, entre los que se incluyen: sustentar una pelea de dos bandos, aspirantes contra miembros; soportar por lo menos quince minutos de patadas, tatuarse las siglas de su mara en la parte superior del cuerpo; es decir, donde sean visibles, aprender el código oral y el lenguaje de señas —secreto— para identificarse y comunicarse entre sí.
Dependiendo la pandilla, es probable que las mujeres, además de pasar por algunos de los ritos ya mencionados, deban sostener relaciones sexuales con uno o varios de los miembros. Es común también que para demostrar la lealtad al barrio, deba matarse a un integrante de una mara contraria; cada muerte debe quedar impresa en el cuerpo con un tatuaje.
Cabe mencionar que existen algunos grupos donde no se practican ritos de iniciación, sino que el ingreso de un nuevo miembro se da a partir del conocimiento, la confianza y la convivencia; pero estas asociaciones se caracterizan por un alto grado de violencia contra los otros, a quienes se considera “enemigos”. Además, una vez que se ha entrado a una mara resulta muy difícil salir de ella.

El debate: ¿Hay maras en Sudamérica? Los especialistas responden:
Juan Gabriel Tokatlian, especialista en asuntos internacionales y política exterior, sostuvo: "Es prácticamente imposible que las maras lleguen al país. Las maras son un fenómeno de base y aquí las pandillas se entrecruzan con el mundo de la política y de la policía. Está concebido como un «matrimonio de conveniencia». Lo que hay que evitar en la Argentina es la consolidación de la triple P: pandillas, policías, políticos. Las pandillas se sustentan, aquí, con la droga y el intercambio de favores: trabajos para la policía, zonas liberadas... Pero no contamos con pandillas tan activas como las de Centroamérica".

Por el contrario, la especialista en maras Laura Etcharren afirma: “Es importante aclarar que en Argentina no hay maras. No obstante, lo que sí hay, es un estado embrionario de este fenómeno. Un estado larval de maras significa pequeños brotes regados, minuciosa y lentamente, por la penetración del narcotráfico en el país frente a la permeabilidad de las fronteras, a la falta de un continente educativo que pueda sostener a los chicos en banda que buscan escalar y a la negación del problema que convierte a nuestra nación en un espacio propicio para el desarrollo y arribo de las maras vinculadas al narcoterrorismo. Argentina integra junto a Uruguay y Chile lo que he dado en llamar “triángulo embrionario” latinoamericano de maras”.

Oscar Terminiello, analista y técnico superior en seguridad pública, reafirma esta teoría diciendo que si bien "no puede darse aquí un fenómeno como el de las maras, si no hay contención, dentro de 5 a 8 años tendremos las primeras pandillas juveniles con estructuras similares a las de Los Ángeles, Nueva York o Centroamérica, aunque con características locales".

Algunas páginas webs visitadas y recomendadas:
-Sociedad y medios, por Laura Etcharren, socióloga argentina especializada en el tema de maras: http://www.sociedadymedios.blogspot.com/
-Maras y pandillas, comunidad y policía en Centroamérica. Hallazgos de un estudio integral. http://www.undp.org.gt/data/publicacion/Maras%20y%20pandillas,%20comunidad%20y%20policía%20en%20centro%20américa.pdf
- www.streetgangs.com, un recuento histórico (y sangriento) de la Mara salvadoreña en Los Ángeles, California, y otras ciudades de Estados Unidos.
- Reglas de muerte para los mareros: http://www.blog.com.mx/archives/001105.php
- Tatuajes, significados y valoraciones: http://tatuajesyprevencion.blogspot.com/

Algunos artículos periodísticos:
-“Preocupa a los especialistas la acción de las pandillas juveniles” http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1019725
- “Igual que las hormigas marabunta” http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1019723
- "En Argentina existen Maras en un estado embrionario"
http://estocolmo.se/america08/080204-MARAS.htm?ckl=217

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

ESTIMADOS HERMANOS:
Soy nieto de María Josefina Santos Arana quien era de origen garífuna y nieto de Manuel Medina quien era de origen criollo español como tambien soy nieto de Pedro Gonzalez Morales y de Juana García Gaytán, ambos eran de origen antigueño (del municipio de la Antigua Guatemala del departamento de Sacatepéquez de mi país Guatemala de la América Central. Pueden confirmarlo con el blog del centro histérico de la ciudad capital de Guatemala. Presumo que mi abuelo paterno es familia de la mara 18 y mi abuela paterna es familia de la mara salvatrucha.

Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.

Unknown dijo...

En el colegio le han dejado una tarea a mi hijo sobre la influencia de estas subculturas en el consumo de drogas. Me gustarìa que me pudieran orientar donde puedo conseguir mayor informaciòn, para poder realizar un trabajo que ilustre a los jovenes sobre dicha influencia. Serà las subculturas una entrada segura para el consumo de drogas? Tienen estas subculturas una droga especifica que consuman? Existen estadisticas relacionadas a nivel centroamericano o especificamente en El Salvador???

Gracias por su ayuda¡¡¡¡

Y me resulto un blog muy interesante.

Marijo Hooft dijo...

Hola Verónica, el tema de las drogas asociadas a cada subcultura es bastante amplio. Es cierto que los distintos grupos algunos consumen una sustancia con más frecuencia, como ser los grupos más vanguardistas, asociados a la música electrónica o indie suelen consumir más drogas de diseño, mientras que otros grupos más marginales consumen marihuana, paco (sustancia de desechos de la cocaína) y así sucesivamente, aunque no se debe generalizar. No recuerdo específicamente un material sobre lo que preguntás; en Argentina, el Observatorio de Adicciones, del gobierno de la nación, hace un buen trabajo siguiendo estos temas, podés ver algunos estudios en: http://www.sedronar.gov.ar/data/destacados.asp?t=37

Espero te sirva algo de esto.
Saludos!