Inventemos una tribu

"La última de estas mezcolanzas viene por el lado de las tribus urbanas. Con los floggers ya casi extintos, un grupo de jóvenes con mucho tiempo libre decidió combinar elementos flogger con la estética cumbiera. ¿El resultado? Los turros". (Extraído del blog mundofloggeronline.blogspot, negritas mías)

Parece ser que hace unos días atrás unos chicos estaban aburridos y se pusieron a divagar:

-A ver... inventemos una tribu nueva. Tal vez salgamos en los diarios y en los noticieros -sugirió el rubioanaranjado, cansado de que lo bardeen por flogger.

-¡Dale, me parece buenísimo! -dijo el de pelos desordenados, el que hace poco se sacó el chupín que tenía encarnado.
-Tenemos que elegir qué onda vamos a tener. Por ejemplo, nada de flequillos desmechados -mirando al que acababa de hablar- eso es muy flogger, ya no da.
-¿Qué tal si hacemos una cruza con cumbieros? -los demás lo miraron como para comérselo, pero enseguida lo pensaron mejor.
-¡Dale! ¡Buenísimo! Eso nos va a ahorrar unos cuantos golpes y corridas con nuestros "amigos" y nos va a dar el toque de sensibilidad social que nos estaba faltando.

-¿Y cómo nos podemos llamar? Hay que buscarle un nombre copaaado. Un nombre subliiime. Un nombre.... mmmh... a ver....

(Todos hacen de cuenta que piensan, ejercicio algo olvidado ya.)
-¡Ya está! ¡LOS TURROS! Pongámosle "turros", no sé muy bien qué es pero escucho que mi viejo lo dice a cada rato: "este pelado es un turro", "los políticos son todos turros". No sé... me gusta, es simpático ¿no?


Y así continuaron toda la tarde creaneando la nueva tribu que iban a inventarse, la punta que le iban a tirar a los medios. Como Telam, que publicó hace unos días atrás su titular conmovedor: "Avanzan los turros, una nueva tribu urbana" y al toque -como saben hacer- todos los demás empezaron a levantar la noticia sin siquiera chequear la veracidad o el peso de ella.
La parodia de los chicos es inventada, pero conocí de primera mano casi la invención de otra estrella fugaz, los fox. Y de otra más -los floggers- que tuvieron un poco más de suerte y su estela se dejó apreciar un poquito gracias al boom mediático. Ya en marzo de 2009, en una nota con Clarín, les decía yo que no pasaban de agosto de ese año, aunque para ese momento parecían estar predestinados a la inmortalidad.

Señores: ¿qué fue de las Tribus Urbanas (con mayúscula) de la modernidad? (Si, ya lo sé, es solo una pregunta retórica: fueron arrolladas por la postmodernidad.) De esas que nacían porque tenían una causa; justa o injusta, buena o mala, causa al fin. De esas que querían cambiar al mundo, inundarlo todo, producir cambios sociales, cuanto más invisibles mediáticamente mejor, sus ideales corrían subterráneos como un río, pero se dejaban ver. 
¿Qué nos hace pensar que una tribu urbana se pergenia en un garage, una tarde en que 5 chicos están aburridos y deciden "inventarse" una tribu? La legitimidad de una tribu urbana se prueba con el tiempo, y cuando digo tiempo no me refiero a unas semanas. Si no, estamos hablando simplemente de una moda o una tendencia, pero "tribu" tiene otro peso.
UNA TRIBU URBANA NO SE INVENTA, SE GESTA.   Por favor díganles a estos chicos. Y a los medios, de paso.

Marijo Hooft