
Mis ojos aletargados se niegan a despertar. Prefiero estar así, inmóvil, quieta. Dejarme llevar. Sin ver y sin oir, y sin quererlo tampoco. El ritmo es pesado pero constante, y avanza hacia el oscuro territorio del mal. Lo sé, pero no puedo hacer nada: no hay fuerzas para luchar contra esta metamorfosis inevitable del alma en espiral.
Unos miran y callan; otros observan, y comentan. ¿Será el destino escrito, sellado, irreversible?
¿Hasta cuando el clamor? Hasta que se agote, hasta que se funda con el universo. O hasta que un rayo de luz celeste atraviese la atmósfera e irrumpa en la oscuridad. Un halo que rompa el nido que me cobija, y me despierte. Me saque a la vida, me otorgue los sentidos ahora extravidos y comience el proceso de nuevo hacia atrás. Reloj de arena que se gira: otra oportunidad.
Evolución que es retroceso y a la vez avance. Desmetamorfosis divina.
Bienvenidas las manos que me tocan y me devuelven la vida, que suavizan las superficies del alma con caricias tibias curando las heridas. Cicatrices que se esfuman mágicamente como si nunca hubieran estado; en lugar de espinas resecas, pétalos carmesí de perdón.
Y es maravilloso sentirse así, transformado. Un milagro más del Creador.
Dedicado a Andrea, "Angelical Girl"
Marijo, 25 de octubre de 2008
4 comentarios:
muy bueno, toda la razon, Dios nos salva, sana todas las heridas, y volvemos a virir!!!!
Hermoso el libro!
Maria la felicito!!
espero verla en el congreso de año qe viene!!
El taller de subculturas muy interesante!
besos!
Los chicos de Catedral de vida!
GUAU MARIJO Q HERMOSO DESCUBRIR EL ARTE D DANZAR A TRAVES D LAS PALABRAS GRACIAS A VOS!! SOS UNA BENDICIÓN PARA MI VIDA. NATALIA PICHINTINI DE VEA.
ME ENCANTO TODO LO ESCRITO. GRACIAS POR INTERESARTE POR LOS JOVENES ! (:
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