"Prefiero sentir el dolor físico al emocional". Chicos que se cortan

Cuando el año pasado decidí tocar el tema de la autoflagelación y hacer el “posteo” en este blog, las respuestas de varios chicos de Argentina y otros países comenzaron a llover, algunos pocos en la forma de “comentarios”, pero más en mi correo electrónico.
Por ese motivo seguí ahondando en el tema, no por simple curiosidad o mera morbosidad sino más bien con un deseo de ayudarlos directamente o de “ayudar a otros a ayudarlos”.


¿Por qué lo hacen?
La mayoría de ellos alegan que el sentir un gran dolor físico les hace olvidar, o al menos encubre, el insoportable dolor emocional con que cargan. Aunque también admiten que al igual que con otra clase de estimulantes, no bien pasa el efecto el recuerdo ingrato vuelve y es necesario hacerlo nuevamente. Algunos chicos llegan a cortarse o lastimarse con regularidad, dos o tres veces por semana. Otros incluso tienen preparado su “kit”: hojas de afeitar, gasas, cutters, alcohol, una palangana.
Rocío (22) aceptó ser entrevistada y contarnos algunas experiencias de su triste pasado. Ella era dark, había participado de juegos espirituales como “la copa”, se cortaba con frecuencia, escuchaba a Marilyn Manson (“me gustaba porque él hacía lo que quería, nadie le prohibía nada”) y algunas veces sentía la presencia de seres invisibles que le respiraban en el oído o la vigilaban. Iba mucho a bailar, en especial con su mejor amiga que era punk, salía con amigos a tomar alcohol y algunas veces le gustaba pasear por el cementerio.
Cuando le pregunté por qué lo hacía, qué sentimientos la impulsaban a lastimarse, me dijo: “Sentís un odio, un odio intenso que te come en cada momento, llegás a pensar en el suicidio, pero a la vez no querés morir. Tenés bronca por todos los problemas que te pasan a tu alrededor, y no tenés el espacio para la palabra, o si lo tenés no es válida, porque vos sos el equivocado. Sentís mucho dolor que no sabés como sostenerlo, llorás y llorás, pero eso no basta. Necesitás otra cosa, una forma de desahogarte. El dolor de los cortes ya no basta para tapar ese aborrecimiento hacia tu persona. Te golpeás con cadenas, con objetos, cuanto más dolorosos sean, mejor. Optás por hacerte piercings; cuantos más sean, mejor: cada uno significa un dolor más. La gente te trata de estúpida, o de querer llamar la atención. Es lo contrario, es no saber cómo actuar en ese momento. ¡¡¡Diría que es más bien un grito de auxilio!!! Porque nadie te escucha, nadie se quiere acercar a una persona así, nadie te ayuda.”
Con la voz quebrada, Rocío cuenta meticulosamente lo que la autoflagelación abarcaba para ella. Desde “coserse” los nudillos con hilo y aguja (sin anestesia, por supuesto, pero con alcohol para potenciar el dolor), hasta cortarse vez tras vez con un cuchillo sobre la misma herida para que duela más, o golpearse el cuerpo con cadenas. “Llegué a planear cómo fracturarme el dedo meñique, quería más dolor. Mi amiga se quemó con la estufa, lo hizo a propósito”. La hazaña era hacer algunas de estas cosas en el colegio, en plena clase. Por ejemplo, una de sus compañeras se atravesaba la piel con alfileres de gancho mientras la profesora explicaba la lección de historia.

Riesgos para la salud
El Dr. Eduardo Salas, médico especializado en cirugía plástica, Jefe del Pabellón de Quemados en el Hospital San Martín, de la ciudad de La Plata, un profesional con años de trayectoria, cuenta: “Vemos cosas terribles a cada rato, pero lo peor es que no los vemos arrepentidos de lo que han hecho. Muchas veces llegan a las guardias porque sus padres los traen asustados cuando los descubren, para que los suturen. A veces ni saben por qué lo hacen; nosotros cuando los atendemos les preguntamos la razón y a menudo nos encontramos con respuestas como ‘porque todos lo hacen’", dice Salas, un médico cristiano que les habla a sus pacientes del amor de Dios.
El doctor explica que en este tipo de chicos muchas veces no se detecta un desorden psicológico manifiesto, que son normales y van al colegio. Algunos de ellos se ocultan los cortes bajo las mangas de la ropa, pero otros las muestran abiertamente y hasta con orgullo.
“Lo complicado es que”, prosigue, “aunque ellos dicen que no lo hacen con el fin de matarse, a veces no saben dónde cortan: un tendón, un nervio o una arteria radial en la muñeca. Y si bien la neurocirugía está muy avanzada hoy en día, el miembro puede llegar a quedar entumecido o ser necesaria una amputación.”


¿Qué ayuda podemos dar los adultos?
Recuerdo el caso que me contara una directora de un secundario nocturno de Capital Federal. Una chica tenía los dos brazos enteramente sajados hacía ya más de un año; cuando la directora le preguntó qué habían dicho los padres de sus cortes, la estudiante respondió: “Mis padres todavía no se dieron cuenta, ni siquiera me miran”.
Como adultos, padres, familiares, líderes juveniles, pastores o amigos de un chico que se autoflagela, lo indicado es no sermonearlos, no amenazarlos, no encerrarlos, no hacerlos sentir enfermos o despreciables. Aunque para la familia tratar con un joven con esta problemática no es para nada sencillo, debemos hacer el esfuerzo e intentar comprenderlos. Algunas medidas útiles pueden ser estar cerca de ellos, abrir los canales de comunicación y ayudarlos a expresar sus sentimientos.
Como aconsejó el Dr. Salas, en casos severos hay que buscar ayuda profesional (médica y espiritual). Y por supuesto, como propuse en el posteo anterior, orar, orar, orar a Jesús por ellos y –de ser posible– con ellos. Este gran vacío en el alma solo puede ser llenado con mucho amor y con la presencia restauradora del Espíritu de Dios.

“Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la Palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno” (1 Juan 2:14)


Marijo Hooft
Agosto de 2009

Otros post sobre el mismo tema:
Daño autoinfligido
Cortarse la piel, sangrar el alma

4 comentarios:

stefany dijo...

wow! me aprecio impresionante las iamgenes yo antes me autoflagelaba y llegue a cortarme las venas pero eso ya es demaciado yo creo q lo deje de hacer por las orasiones de muchas personas q me apresian y estan conmigo constantemente y ahor ae siento mucho mejor..peor antes tenia mucho sentimiento de culpabilidad.. y hatsa llegue a pensar q yo era basura... ya que un nchiko estaba enamoradod emi y al no pdoer estar juntos el se tirod e un edificio..entre otras cosas q me apsaron

Madame Elune dijo...

dioooos!!
como podemos permitir q los chicos lleguen a eso!!
DX!!

los padreees!!
no no no...

me han dado ganas de llorar,
T^T

es bueno q muestres eso Marijo, asi podemos como dices tu ayudar e informar...

Oriette D'Angelo dijo...

Oye muchísimas gracias por pasarte por mi blog. Tu blog está genial, lo pondré en la lista que tengo en el blog para seguirlo cuando postees cosas nuevas!

Yo pasé por esto y efectivamente es así, aunque yo nunca hice nada grave, admito haber pasado por esto y estoy orgullosa de haber salido de ello.

Muchos saludos!!

La Calculadora del gestor de siniestros de transporte dijo...

El origen de mi blog Quiero suicidarme fue la página de una practicante del self injury.

Me impresionó tanto ese afán de autodestrucción y de perfección que cree mi blog para ayudar a quien tuviera ganas de suicidarse y quisiera hablar.


Un saludo.